De buenas a primeras, la voz y el personaje no cuadran, como no cuadran la
música y la imagen, incluso la pretensión con ese punto negro o góspel de
recitación. Parece jugar al despiste y está claro. No quiere entregar la pieza
de buenas a primeras y prefiere desconcertar como hace en la portada. Al segundo
tema, ya pretende morder la manzana con una tonada que suena a himno o prueba
suerte. Hechicerías aparte, está caro lo de conseguir el premio gordo de
primeras. Pero alguien apuesta por ella y se nota en la producción cuidada,
aunque ahora cualquier cosa grabada en un cuartucho suena a catedral. Sonidos
digitales, coreografías, ropas provocativas, letras explícitas, mujeres hablando
de coños, de follar libremente, rubia ambiciosa, vestida de negro y muslos
poderosos y la voz lista para el lanzamiento. Sirve de algo? La suerte y el
dulce momento del azote feminista. ¿Sirve de algo la paridad? ¿Le servirá a Self
Esteem? Hombre, pues el disco no está mal. ¿Suficiente sinceridad? Aún no
sabemos si el camino sube o baja. Veremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario